Ferrari es sin lugar a duda una de las firmas de superdeportivos más importantes del mundo, sin embargo, no por eso dejó de ser víctima de un ataque de ransomware que dejó expuesta información personal de sus clientes. La postura de la marca del Maranello es no ceder al chantaje por lo que ha afirmado que no pagarán el rescate, más bien, han contratado una empresa de ciberseguridad para conocer el por qué de la falla informática.
Ferrari avisa a sus clientes la exposición de ciertos datos personales
El CEO de la compañía Benedetto Vigna envió un comunicado a los clientes explicándoles que se habían expuesto ciertos datos relacionados con sus clientes incluyendo nombres, direcciones de correo, direcciones postales o números de teléfono. No obstante, aclararon que no se expuso detalles de pagos o cuentas bancarias y tampoco quién ha adquirido un super deportivo.
También aseguran que el ataque no ha tenido impactos en las operaciones de Ferrari. Han encargado la investigación a una empresa de ciberseguridad con el fin de establecer la raíz de la falla informática y fortalecer la seguridad en el futuro.
¿Por qué Ferrari no paga?
La compañía está convencida de que el camino a seguir es no pagar el rescate porque sería una forma de financiar otros ciberataques. La firma del cavallino rampante recibió la amenaza por parte de los ciberdelincuentes en la que solicitaban rescate por los datos obtenidos de lo contrario los harán públicos.
Ferrari si bien reafirma su compromiso por la confidencialidad de los clientes y entiende la magnitud e importancia de este incidente ha sido muy firme en su postura de no ceder a las demandas de los hackers. Así lo han dado a conocer a los clientes afectados.
Consideran que pagar el rescate y satisfacer las demandas será financiar actividades delictivas posteriores y una forma en la que sus perpetradores se salgan con la suya. El fabricante ha dicho que lo mejor ha sido informar a los clientes afectados y explicarle la posible exposición de los datos.
Con todo, tranquilizan a los usuarios garantizando que sus datos relevantes, entre ellos, las cuentas bancarias no han quedado expuestas. Una situación muy incómoda sobre todo tratándose del tipo de cliente de la firma cuyos coches más asequibles rondan los 200,000 euros.