El telescopio espacial James Webb alcanzó su posición final a 1,5 millones de kilómetros de la Tierra este 24 de enero. Desde donde se estima podrá observar las primeras galaxias del universo.
Bill Nelson jefe de la agencia espacial estadounidense NASA exclamó: ¡bienvenido a casa!! a través de un comunicado. Será un paso para descubrir los misterios del universo, agregó. El Webb estará en contacto constante con la tierra a través de una red de tres grandes antenas en España, Australia y California.
Telescopio espacial James Webb un proyecto de 20 años
El tiempo de vida mínimo planificado del telescopio espacial es de 5 años, no obstante, si todo sale según lo planificado la misión podría durar 20 años, según explicó el gerente comisionado del observatori Keith Parrish Webb. El parasol que lleva el telescopio protegerá el equipo sensible al calor y la luz.
El telescopio espacial se encuentra en la zona del espacio llamada punto de Lagrange (L2). El cual le permite una trayectoria estable usando menos combustible, pues allí las fuerzas de atracción de la Tierra y el Sol son contrarrestadas por la fuerza centrífuga del telescopio. En el punto L2, Webb oscilará a su alrededor como un halo a una distancia similar a la de la Tierra y la Luna.
Se esperan las primeras imágenes
Ahora que James Webb ha llegado a su posición definitiva los científicos deben esperar que sus instrumentos se enfríen para poder ser calibrados con mucha precisión. Se esperan para junio o julio sus primeras imágenes. El Webb es uno de los equipos científicos más caros jamás construidos, asciende a unos 10,000 millones de dólares comparable a su predecesor el telescopio Hubble o al acelerador de partículas CERN.
El telescopio está equipado para percibir las señales infrarrojas de las primeras estrellas y galaxias formadas hace más de 13000 millones de años. La radiación emitida por las primeras estrellas y galaxias se han “enrojecido” con la expansión del universo. Tal como sucede con el sonido al recorrer más camino, la onda de luz se estira y pasa de la frecuencia visible a simple vista a la de infrarrojo a medida que recorre largas distancias.
El telescopio espacial James Webb está equipado para percibir estas señales, así como también las nubes de polvo interestelar y los exoplanetas. De manera que hay mucha expectación e ilusión por recibir las primeras imágenes de este interesante telescopio.