Europa se encuentra ante un verdadero dilema económico: empezar a retirar los estímulos fiscales, pero al mismo tiempo no poner en peligro a sus economías. El FMI, instituto que dirige Kristalina Georgieva, advierte a Bruselas que una rápida retirada de los estímulos fiscales, podría generar un desequilibrio en la economía de la zona.
Kristalina sostiene que las primeras medidas adoptadas por los gobiernos ya han ocasionado una ralentización del crédito a las empresas. Por otra parte, sostiene que Europa debe minimizar las secuelas sociales de la pandemia, especialmente en el ámbito laboral. Sin embargo, a la vez afirma que a mediano plazo deberá establecerse planes de consolidación fiscal que calmen los mercados financieros.
¿Qué está catalizando la inflación en la UE?
El FMI reconoce que, aunque Europa no se enfrenta a un espiral de inflación, sí sostiene que ésta tendrá un carácter temporal. Esto debido a diversos aspectos: por una parte, está la escasez en algunos sectores originados por la pandemia del COVID-19, los cambios impositivos en Alemania, los problemas en el tráfico marítimo, así como a los cuellos de botella en la producción de las industrias.
No obstante, el principal agente catalizador del alza en la inflación, obedece a la subida del precio de la energía, sobre todo el gas natural. No obstante, el FMI se muestra optimista puesto que estima que para el 2022, cuando se estabilice los problemas de la oferta de energía, los precios bajen a sus niveles tradicionales.
El FMI (Fondo Monetario Internacional) recomienda la precaución
Aunque el organismo con sede en Washington no estima ningún espiral inflacionario en Europa, advierte del riesgo de un recorte rápido del apoyo fiscal por parte de los gobiernos. No obstante, recomienda que éstos fijen una senda de reducción de deuda paulatina, que ha mediado plazo permita sanear la economía.
Por otra parte, sostiene que Europa deberá esperar una caída del empleo en sectores donde se requiere baja cualificación, que de por sí ya han sido gravemente afectado por el COVID-19, a su vez pronostican una mayor demanda en otros que sí exigen mucha formación y que en ciertos aspectos han sido beneficiados con la pandemia.
En otras palabras, apuntan hacia la automatización del trabajo por lo que urge buscar la forma de mejorar las redes de seguridad social y el mercado laboral que serán la clave de la estabilidad de la sociedad y seguir combatiendo la desigualdad.