La Estación Espacial Internacional ha demostrado que el día de su jubilación es inminente. Esta estación científica es noticia por sus averías frecuentes evidenciando que su vida útil ha llegado a su fin. Es por esto que la agencia espacial estadounidense lleva tiempo pensando en cómo devolverla al planeta sin que suponga un peligro para la población. Los planes para traer a la estación de vuelta a casa ya han sido publicados recientemente por la Casa Blanca por lo que se sabe que será bastante caro.
Se construirá un remolcador para traer la Estación Espacial Internacional de vuelta a la Tierra
La administración estadounidense destinará al inicio de la fase 180 millones de dólares para la construcción de un remolcador que traerá a la Estación Espacial Internacional de vuelta a la Tierra. Según Kathy Lueders jefa de vuelos espaciales humanos de la NASA este es tan solo el presupuesto inicial puesto que harían falta alrededor de 1.000 millones de dólares para el proceso completo.
La idea es construir un remolcador que le daría el tirón justo a la estación para desorbitarla en el momento idóneo logrando que su aterrizaje se produzca en Point Nemo. Este es un punto en el océano Pacífico el cual es considerado el lugar más alejado posible de cualquier masa de tierra. Consideran que es la ubicación idónea para evitar que represente un peligro para la población. Quieren evitar lo ocurrido con algunos cohetes cuya vuelta a la Tierra se ha llevado sin control.
Más de 3 décadas de servicio
En un principio las maniobras para devolver la estación científica a la Tierra se habrían llevado con Progress una nave espacial rusa, sin embargo, producto de la ruptura de los lazos estadounidenses y rusos a partir de la invasión a Ucrania, ha llevado a la NASA a tener que construir su propio remolcador.
Las primeras piezas de la Estación Espacial Internacional se remontan a 1998, sin embargo, para aquel entonces no había una fecha límite para este proyecto. Con todo, su jubilación empezó a verse como una necesidad debido a numerosas incidencias técnicas, agujeros, averías y otros tipos de incidencias que han puesto en riesgo a la tripulación.
También hay problemas a nivel económico y burocrático ya que uno de los socios más importantes de la Estación Espacial Internacional, Roscosmos, anunció su retirada de las instalaciones en 2024. Con todo, el resto de los socios de la NASA han garantizado que se mantendrán activos hasta el 2030.