Uno de los protagonistas de la economía del viejo continente, el Banco Central Europeo (BCE) alertó sobre el efecto inflacionario que podría tener la transición de Europa hacia una economía más ecológica y con menos emisiones de carbono. Así es, según Isabel Schnabel miembro del Comité Ejecutivo del BCE la transición tendrá un costo para Europa que la política monetaria no puede ignorar.
Europa sobrepasa lo establecido por el BCE
La inflación en la eurozona de 19 países alcanzó un récord de 5,9% el mes pasado, casi el triple del objetivo establecido por el BCE. Y según los analistas es muy probable que se siga acelerando aún más, tras la invasión militar de Rusia a Ucrania y las subsiguientes sanciones.
La caída en los precios de la energía es un escenario muy improbable debido a los embargos de Estados Unidos y el Reino Unido sobre el petróleo ruso. A esto se suma los planes del viejo continente para reducir las importaciones del gas de Rusia en dos tercios para finales de este año, sostuvo Schnabel.
La funcionaria explicó que Europa se seguirá enfrentando a un período prolongado de presión inflacionaria al alza debido a la dependencia a los combustibles fósiles, los desastres naturales y una alta demanda de los escasos recursos necesarios para las tecnologías ecológicas.
Los precios más altos de la energía tendrán una fuerte presión alcista sobre la inflación y aunque el BCE hará su parte para responder a estas fuerzas, también deberá haber una política fiscal adecuada como parte de la solución, afirmó Schnabel.
Europa debe pagar un precio por volverse ecológico
Hay que pagar un precio por volverse ecológico a un ritmo que refleje el compromiso de salvaguardar nuestro planeta y nuestro derecho a la autodeterminación. De esta forma Schnabel explicó que, aunque es la tarea del momento, la transición al verde tendrá un costo para la comunidad.
El BCE considera que su dependencia a los combustibles fósiles sigue siendo un importante elemento que contribuye al crecimiento de los precios. Además, está la inflación climática producto de la escasez de alimentos debido a sequías e inundaciones más frecuentes. Mientras que la inflación verde, producida por la demanda de metales y minerales necesarios en las tecnologías verdes, también influyen en la economía.
La transición verde tendrá efectos que amenazan con poner en peligro el logro de nuestro mandato principal de estabilidad de precios y es por esto por lo que la política monetaria no puede simplemente quedarse de brazos cruzados, afirmó Schnabel. Aunque también enfatizó que la política fiscal tendrá un papel predominante al amortiguar los actuales shocks de oferta.