Envejecer de la mejor manera posible es una de las prioridades de las personas, por lo que muchos adquieren hábitos saludables para lograr ese objetivo y evitan los que pueden acelerar este proceso. Conoce cuáles pueden ser perjudiciales para evadirlos y mantener una vida más saludable y con un envejecimiento más prolijo.
El envejecimiento es un proceso natural al que se enfrentan todos los seres vivos, pero al que los humanos le prestan mucha más atención por todas las implicaciones que conlleva. Por tal razón, muchas personas optan por llevar una vida más saludable con el fin de mantenerse lo mejor posible y envejecer de forma ideal.
No obstante, hay determinados hábitos y comportamientos que pueden provocar un envejecimiento prematuro que hace que quienes lo experimentan tengan un aspecto de mayor edad al que verdaderamente tienen.
Las ventajas de contratar un buen seguro
Cuando las personas no se cuidan e incurren en malos hábitos pueden provocar severas afecciones a la salud y, en consecuencia, reducir significativamente sus expectativas de vida. El cuerpo se resiente ante el abuso de tales comportamientos y es más propenso a sufrir enfermedades que pueden afectar notablemente a la persona, incluso a su integridad física.
Ante tal contexto, siempre es aconsejable tener en cuenta determinadas previsiones, como contratar el mejor seguro de vida a través de Amex para estar protegido ante cualquier eventualidad generada por el deterioro del cuerpo y cualquier problema de salud.
Los seguros de vida de Amex protegen a los asegurados en casos de fallecimiento con pólizas que cubren importantes sumas de dinero a favor de los beneficiarios.
Es un seguro bastante ventajoso, que también ofrece anticipos por enfermedades terminales, brinda asistencia jurídica testamentaria, apoyo psicológico, asistencia médica continua y servicio médico a domicilio a pacientes convalecientes.
Hábitos que aceleran el envejecimiento
Hay diversas acciones y hábitos, tanto hábitos físicos como mentales, que afectan el organismo y la calidad de vida, entre los que resaltan los siguientes:
Fumar: sin duda, este es uno de los hábitos más dañinos, toda vez que el tabaco contiene sustancias cancerígenas que atacan diversas células del cuerpo y provocan inflamación en ciertas áreas del organismo, en especial en el sistema respiratorio. También acelera el envejecimiento de la piel y origina arrugas y manchas prematuras, además de reducir el colágeno, que es la sustancia que da la elasticidad y suavidad que requiere la capa dérmica para mantenerse siempre saludable.
Exposición excesiva a los rayos del sol: los rayos UVB y UVA generan radicales libres que dañan las células de la piel, las fibras de colágeno y elastina y el ADN, lo que precipita el envejecimiento de las capas cutáneas del cuerpo. Entre sus efectos negativos destacan la aparición de manchas y arrugas, pérdida de firmeza y mayor riesgo de contraer cáncer de piel. Usar protector solar diariamente y evitar la exposición prolongada en las horas más fuertes del sol ayudan a prevenir el fotoenvejecimiento.
El estrés crónico: preocuparse en exceso genera ansiedad y ciertos cuadros clínicos mentales y físicos que afectan la estabilidad de cualquiera. El estrés continuo libera cortisol y adrenalina, hormonas que debilitan el sistema inmune y aceleran el deterioro celular; por lo que reducirlo a través de técnicas de meditación, relajación, ejercicio y apoyo social puede ayudar a evitarlo y a evitar el envejecimiento prematuro.
En definitiva, si quieres mantenerte saludable, retardar el envejecimiento y sentirte más joven debes evitar esos y demás hábitos tóxicos, además de adquirir otros que sí te ayudan a tener más salud, como son una alimentación balanceada, ejercitación física constante y vivir la vida sanamente, con resiliencia y sin problemas de ningún tipo.
Debemos cuidar nuestro cuerpo y mente para mantenernos activos y disfrutar al máximo de cada etapa de la vida. Tomar conciencia de estos hábitos dañinos es el primer paso para prevenir el envejecimiento prematuro.