El misterio de que la luna no tiene un campo magnético es uno de tantos que los científicos están tratando de desentrañar. La luna es uno de los objetos celestes más cercanos a la Tierra y ha sido objeto de estudio durante siglos. A pesar de su proximidad y familiaridad, no tiene un campo magnético, a diferencia de la Tierra y otros planetas en nuestro sistema solar.
La función del campo magnético
Un campo magnético es una fuerza invisible que rodea a un objeto y está asociada con el movimiento de cargas eléctricas. La Tierra tiene un campo magnético que se extiende desde su núcleo hasta el espacio exterior, y protege a nuestro planeta de la radiación solar y cósmica nociva. Los planetas como Júpiter y Saturno también tienen estos, pero ¿por qué la luna no lo tiene?
La respuesta a esta pregunta radica en la historia de la formación de la luna. Se cree que la luna se formó hace unos 4.500 millones de años, cuando un objeto del tamaño de Marte chocó con la Tierra primitiva. Este impacto lanzó una gran cantidad de material al espacio que eventualmente se unió para formar la luna.
Sin embargo, este proceso de formación no incluyó la creación de un núcleo de hierro líquido en el centro de la luna, como se cree que ocurrió en la Tierra y otros planetas. El núcleo de hierro líquido en la Tierra es lo que genera el campo de fuerza de nuestro planeta, por lo que la falta de un núcleo de hierro líquido en la luna significa que no tiene un campo que la proteja.
No está desprotegida
Pero esto no significa que la luna esté completamente desprotegida. Aunque no tiene un campo magnético propio, la luna todavía está protegida por el campo magnético de la Tierra. El campo magnético terrestre se extiende hacia el espacio y forma una burbuja protectora llamada magnetosfera. La magnetosfera de la Tierra protege a la luna de la mayoría de la radiación dañina del sol y del espacio interplanetario.
Además, la falta de un campo magnético en la luna ha permitido a los científicos obtener una mejor comprensión de la historia de la luna y del sistema solar en general. Los científicos han utilizado mediciones precisas del campo magnético de la luna para determinar que la luna no tiene un núcleo de hierro líquido y para obtener pistas sobre cómo se formó la luna y cómo evolucionó el sistema solar.