La temperatura de nuestro vecino planeta Neptuno está sufriendo un inexplicable cambio climático. El planeta se está enfriando aún más cuando debería estar haciendo justo lo contrario, sufriendo este proceso en los últimos 17 años, pero los científicos aún no dan con la razón de este fenómeno.
En Neptuno desciende drásticamente la temperatura
El estudio publicado en The Planetary Science Journal por astrónomos de ESO, confirman que la temperatura media del planeta ha bajado 8 °C entre el 2003 y el 2018. Es cierto que este planeta es de extremos y puede que 8° no parezcan ser algo muy radical, pero en términos planetarios si es muy significativo. Por poner el caso de la tierra una diferencia de tan sólo 1° C ya supone cambios severos sobre el clima.
En Neptuno un año equivale a 165 años terrestres. Cada estación dura alrededor de 40 años. El hemisferio sur del planeta entró en su fase veraniega en el 2005 por lo que era de esperarse que se calentara gradualmente, pero por el contrario se enfrió y luego repentinamente subió 11 °C en un periodo de dos años. Ambas fluctuaciones resultan desconcertantes para los científicos.
Científicos esperan obtener más resultados en el futuro
Medir nuestro vecino planeta no es una tarea para nada fácil. Por una parte, es un planeta gaseoso extremadamente frío cuya temperatura media es de -220 °C. Por otra parte, los astrónomos obtienen información de Neptuno desde la tierra gracias a VISIR, un espectrómetro de infrarrojos que forma parte del instrumental del Telescopio muy Grande en el observatorio europeo del sur del desierto de Atacama, en Chile.
La comunidad científica espera obtener más datos cuando entre en funcionamiento el telescopio extremadamente grande, el observatorio europeo del sur, cuya terminación está prevista para el 2024.
Los científicos no están seguros de a qué se deben los cambios climáticos extremos en Neptuno. Por otro lado, este planeta está tan lejos del sol que el calor que recibe de la estrella es el mismo que irradia en sus propios procesos geotérmicos por lo que teorizan que puede deberse a alteraciones en estos procesos.
Otra de las hipótesis apunta a alguna fluctuación no registrada en la energía que recibe del Sol o a algún cambio químico en la composición de su estratósfera. Sea como sea, los científicos seguirán con el monitoreo de Neptuno.