Treinta y seis años ha tardado el bueno de Maverick en volver a subirse al avión. La segunda parte de Top Gun, que ya forma parte de los mejores clásicos de la historia del cine, aterrizará en las salas el próximo veintiséis de mayo bajo la dirección de Joseph Kosinski y con la interpretación de un veterano Tom Cruise que cambiará la primera línea de pilotaje por enseñar todo lo que sabe a la nueva cuadrilla de aviadores. ‘Top Gun: Maverick’ es el título de la cinta; su propósito, arrasar en la taquilla a golpe de acción, efectos especiales y un reparto actoral de primerísimo nivel.
Aunque en sintonía con esa última tendencia de retomar los grandes títulos de la década de los ochenta, la secuela llega con la particularidad de no caer en el tópico de seguir la historia a través de protagonistas jóvenes que ocupan el lugar de los actores originales. La nueva de Kosinski explora un relato continuista en todos los sentidos, sin renunciar a la experiencia de Cruise.
La trama de esta nueva entrega de Top Gun sitúa al espectador ante un contexto en el que Maverick tendrá que adaptarse a su siguiente etapa. A partir de ahí, el argumento está claro: tras más de treinta años siendo uno de los principales aviadores de la Armada de los Estados Unidos, el teniente Pete Michell encara ahora la fase previa a su jubilación, donde se centrará en ser un instructor de vuelo que forma a los nuevos alumnos de la Academia Top Gun para una compleja misión cuyo desenlace tiene grandes posibilidades de terminar siendo todo un drama.
La película pone el foco en el conflicto emocional que vive Maverick al enfrentarse a los fantasmas del pasado, al mismo tiempo que se prepara para dirigir una estrategia profesional especialmente dificultosa. Esta combinación de elementos, narrada en primera persona, hace de la secuela un artefacto poliédrico al que bien merece la pena asistir. Cuenta además con la reseñable intervención del actor Miles Teller, que se encarga de encarnar a Bradley Bradshaw, el hijo de Goose, el que fuera compañero de Maverick antes de fallecer en combate. No falta una buena dosis de tragedia entre vuelo y vuelo.
El director estadounidense no escatima en recursos a la hora de rescatar aquellos elementos que formaron parte de la primera entrega. Ejemplo de ello son, entre otras cosas, la canción al piano; la marcha que servirá para que el grupo permanezca unido; y la enemistad que hay entre la pareja de aviadores más importante del escuadrón, predestinados a ser amigos con el paso del tiempo. Por suerte, a diferencia de lo que hubiera sido lo previsible en estos casos, la película no peca de convertirse en una parodia de sí misma. ‘Top Gun: Maverick’ pone de manifiesto la habilidad de Kosinski para combinar el tono sensible con las espectaculares secuencias de acción. La banda sonora, con la participación de Lady Gaga y Hans Zimmer, se encarga del resto.
Con esta carta de presentación y toda una multitud de seguidores apasionados no resulta extraño que la franquicia haya vuelto a girar la manivela del merchandising. La expectación por ‘Top Gun: Maverick’ ha sido capaz de traer al mercado todo tipo de artículos relacionados con la secuela. Los más variopintos son aquellos que pertenecen a la industria de los videojuegos y el entretenimiento. Sin ir más lejos, Xbox acaba de lanzar una edición especial de su consola Serie S cuyo diseño está inspirado en la película. Se trata de un dispositivo que integra un par de mandos con apariencia de panel de control de un avión militar y un ventilador en el que se deja ver la imagen de un aviador de combate.
En la misma línea de ocio se encuentra también el slot temático ambientado en el filme y desarrollado por la compañía Playtech. Este llegó a las plataformas de juegos de azar bajo la intención de colocarse entre las mejores máquinas tragaperras de acción, un propósito que sin duda ha logrado materializar a base de una atmósfera llena de cazas, maniobras en el aire, combates de guerra y portaaviones en mitad del océano. Todo ello gobernado por la esencia corporativa de la película y con una sucesión de imágenes en las que aparecen los personajes más destacados. El juego dispone de cinco rodillos ordenados en tres filas que ofrecen hasta doscientas cuarenta y tres formas de alcanzar la victoria. Uno de los atributos más interesantes de este slot es el modo All Ways, una función que permite al usuario simultanear apuestas y progresiones de premios. El sonido basado en la banda sonora original y la calidad de los gráficos contribuyen a hacer la experiencia más inmersiva.
A la lista se suman de igual modo otros productos tan peculiares como la colección de cazadoras al más puro estilo Maverick o la Barbie edición limitada vestida con uniforme, gafas y casco de aviadora. Está claro que a la Academia Top Gun todavía le quedan vuelos por delante.