Un estudio determinó cómo la salud metabólica afecta de manera determinante el desarrollo de enfermedades relacionadas con el cáncer y la obesidad. Este estudio europeo liderado por la Universidad de Lund ha seguido a casi 800,000 personas de Noruega, Suecia y Austria durante un periodo de cuatro décadas.
La salud metabólica estaba relacionada con la obesidad y el cáncer
Los científicos utilizaron datos de salud y registros nacionales para producir una puntuación metabólica que les permitirá determinar si las personas pueden ser consideradas metabólicamente saludables o no. El índice se basó en los niveles de glucosa en sangre, la presión arterial y las grasas en sangre en forma de triglicéridos.
La Investigacion arrojó que aquellos pacientes que no son metabólicamente saludables tienen un mayor riesgo de ciertos tipos de cáncer independientemente de su peso corporal. Otro hallazgo importante fue que estos problemas en sí representan un mayor riesgo de cáncer relacionado con la obesidad incluso en aquellas personas que tienen peso normal.
Las personas metabólicamente insalubres que además padecen de obesidad tienen un mayor riesgo de cáncer de riñón, hígado y el caso de las pacientes mujeres también tienen mayor riesgo de padecer cáncer de endometrio.
La enfermedad no afecta solamente a personas con sobrepeso
La obesidad y la enfermedad metabólica interactúan de manera indeseable aumentando el riesgo de ciertos tipos de cáncer más de lo esperado cuando se encuentran unidos estos dos elementos según descubrieron los investigadores. La salud metabólica juega un papel decisivo relacionado con el cáncer por obesidad y el IMC.
Aunque es cierto que ser metabólicamente insalubres está relacionado con la obesidad tampoco es imprescindible tener sobrepeso para tener problemas relacionados con el metabolismo según la investigadora de epidemiólogia que dirigió el estudio Tanja Stocks. Estos resultados son un gran aporte de información médica con relación a la importancia de la salud en este aspecto.
Además, destaca la necesidad de un enfoque integral en la prevención de enfermedades crónicas y la obesidad lo que incluye dar atención al ejercicio físico y alimentación, así como a la prevención y un buen tratamiento. El aspecto positivo es que los cambios en la dieta y el ejercicio puede mejorar drásticamente la salud metabólica. Esto significa que se reducirá el riesgo de cáncer relacionado con la obesidad.